Zlatan Ibrahimovic, el gitano respetado

Z_Ibrahimovic_1008_06 El domingo pasado, el Inter de Milán, un club que paga 150 millones de euros anuales en sueldos a sus jugadores, ganó la liga italiana por tercera vez consecutiva. Gracias a un gitano bosnio. Hasta media hora antes del pitazo final, el que se llevaba la copa era Roma, que estaba ganando en Catania mientras el Inter empataba en Parma.

Pero el entrenador del club de Milán, la ciudad de Berlusconi (pero dueño del otro equipo, el A.C. Milan), Roberto Mancini, mandó a la cancha a Zlatan Ibrahimovic, un gitano bosnio refugiado en Suecia cuando era niño para salvarse de la limpieza étnica yugoslava. “Ibra”, uno de los futbolistas mejor pagos del mundo, hizo dos goles formidables que le dieron la Liga a un Inter al borde del abismo. Los hinchas, y hasta sus compañeros le dicen “zíngaro”, gitano, pero no despectivamente.