Ando mejor

no te preocupes por mi. Estoy reaccionando mucho. El 27 de enero el bloqueo me metió en un pozo de donde ni pensaba salir. Veía todo negrisimo, un dolor sordo de exclusión como si me vinieran a convidar a arrepentirme, me vinieran a convidar a que no pierda, mi vinieran a convidar a indefinirme, me vinieran a convidar a tanta mierda.

Fueron días durisimos, huevón. Además pensé que sobre mi vida Theothonio dos Santos pudiera escribir otra teoría. Pero no era así. Los he visto a ellos, los grices que nunca salen de su huertito. Objetivamente tengo infinitas más cartas que jugar que ellos. Hay mil esperanzas concretas. Ahora saco cuentas y pienso que igual me la banco. Lo de ******** (hasta que uno no firma no se dice…) es importantisimo. Le sube mi ego. Mi salud no anda tan mal como en los momentos negros me gusta pensar. Quedé contento de la manera de como solucioné los 18.000 caracteres sobre India que salen el viernes en Brecha y en este blog. Las notas estan buenas y no me costaron especial trabajo. Increible, no? En otras épocas me hubiese parecido una montaña. Si tuviera tiempo material para volver a mis entrevistas haría lo mejor posible.
Lo único, sabes qué? Que son las ocho y estoy aún en la cama y tengo que dar cuatro horas de clase en… quince minutos más! Globalización, claro… de esto puedo hablar hasta los codos, pero me tengo que vestir y hacer como cinco cuadras. Chaucito…