BRECHA – Alemania: Schröder apuesta su futuro

Derrotado en las regionales de Renania, el canciller socialdemócrata llama a elecciones políticas anticipadas que son un plebiscito sobre su línea de reformas neoliberales. En setiembre los democristianos le opondrán a Angela Merkel, que podría ser la primera mujer en ese cargo. Gennaro Carotenuto Desde Roma


La última derrota de una larga serie en una elección para los parlamentos regionales alemanes ha llevado a un desenlace clamoroso. El canciller Gerhard Schröder hablando al país el domingo de noche, al conocerse la entidad de la derrota, convocó a elecciones anticipadas ?por primera vez desde 1983?, un año antes de finalizar la legislatura. Schröder afirmó que el gobierno ya no goza de la confianza de la mayoría del país y que el pasaje electoral es necesario para seguir el camino. El fracaso en Nordrhein-Westfalia estaba previsto. Sin embargo resultó chocante que el Partido Socialdemócrata ?el más antiguo partido de izquierda del mundo, ya que se remonta a la II Internacional? perdiera en un enclave obrero donde gobernaba desde hacía 39 años. Con sus 18 millones de habitantes, Renania es la región más importante de Europa y, si fuera independiente de Alemania, su pbi sería el duodécimo del mundo.


El canciller socialdemócrata ?que gobierna en coalición con los verdes? da así un paso adelante reivindicando su línea de reforma liberal del Estado que ha encontrado fuertes resistencias en el electorado alemán y especialmente en el disciplinadísimo electorado socialdemócrata. El país, bajo el gobierno de centroizquierda, está creciendo muy lentamente, con 5 millones de desocupados, pero supo quedar a la cabeza del mundo en innovación tecnológica. El canciller, con el respaldo del mundo empresarial, sostuvo siempre que no hay alternativa a achicar el papel de un Estado pesadísimo y de un sistema de garantías sociales que hace muy difícil el despido de un trabajador. Es una afirmación que cada vez menos electores parecen compartir aunque ?como en el caso británico? cuando es un gobierno de centroizquierda el que es rechazado por electores de izquierda, la alternativa posible es un gobierno de centroderecha. El partido demócrata-cristiano, cdu-csu, no representa una alternativa sistémica a la socialdemocracia, propugnando apenas una reforma fiscal más vertical, una liberalización más fuerte del sistema de despidos, un achicamiento un poco más marcado del Estado de bienestar y una recomposición de las discrepancias con Estados Unidos sobre Irak. Diferencias no muy grandes con el programa de la spd que hacen que la novedad más interesante sea la candidatura de una mujer, Angela Merkel, a la presidencia del gobierno. Merkel ?muy cercana al ex canciller de la reunificación, Helmut Kohl? sería también la primera cancillera procedente de la antigua Alemania Democrática, y en este momento lleva nueve puntos de ventaja en los sondeos. Son todas novedades menores que hacen que la prensa moderada, como Die Welt o Süddeutsche Zeitung, destaquen la maestría del canciller.


El maquiavélico adelanto de las elecciones no solamente ofrece la imagen de un canciller decidido y capaz de enfrentarse a las grandes cuestiones sin ambivalencia, sino que precipita las decisiones de sus rivales políticos, poniéndolo en condición de volcar la situación a su favor. Y entre los rivales políticos, el que más necesita tiempo es la izquierda.


A LA IZQUIERDA DEL SPD. Dos sujetos políticos y un líder en busca de un partido están alimentando el debate en la izquierda del gobierno rojiverde. En las elecciones renanas hizo su debut la agrupación de izquierda Alternativa para el Trabajo y la Justicia Social (wasg). Logró un interesante pero insuficiente 2,2 por ciento. En la antigua Alemania Federal jamás logró algún peso político la pds, el partido heredero de la sed de la antigua Alemania Democrática. En el este los poscomunistas siguen fuertes y cogobiernan la ciudad de Berlín junto a la sed. Sin embargo a nivel nacional en 2002 no lograron superar la barrera del 5 por ciento necesaria para estar en el parlamento. En 1999 Oskar Lafontaine dimitió de sus cargos de ministro de Finanzas y presidente de la spd. Lo hizo en polémica ?desde la izquierda? contra el reformismo neoliberal del jefe de gobierno. Ahora los dos partidos podrían encontrar en Lafontaine ?que no acepta el programa neoliberal del spd? un líder prestigioso para un proyecto unitario que consolide una fuerza antiliberal panalemana que se sitúe por encima de la barrera del 5 por ciento.