Brecha – A un año del 11 de marzo – Cardoso: "la ONU es lo único que nos queda"

Tampoco en la reunión de Madrid, donde se reunieron alrededor del príncipe Felipe de Borbón unos cuantos dinosaurios de la política mundial, fue posible evitar las críticas a la política antiterrorista de Estados Unidos. Rodríguez Zapatero lanza la alianza de civilizaciones, en clara contraposición al choque neoconservador.
Gennaro Carotenuto
Desde Roma   


La ocasión era muy formal y por lo tanto inocua en el primer aniversario de los hechos del 11 de marzo de 2004. Una gran conferencia internacional sobre ?Democracia, terrorismo y seguridad?, organizada por el llamado Club de Madrid, patrocinada por el príncipe heredero de España, financiada por el gobierno español y presidida por el ex mandatario brasileño Fernando Henrique Cardoso, uno de los más ilustres jubilados que han concurrido a la reunión. Cardoso, sin excluir las ?respuestas militares?, ha afirmado que éstas no son suficientes y ha alertado sobre la necesidad del multilateralismo en la resolución de conflictos, atacando, sin nombrarla, la visión de Estados Unidos. Para Cardoso, los métodos unilaterales pueden hacer ganar una batalla, pero harán perder la guerra contra el terrorismo.


Entre los latinoamericanos, además de Cardoso, estaban otros 15 ex mandatarios, entre ellos Julio María Sanguinetti, Raúl Alfonsín, Andrés Pastrana, Eduardo Frei y Ernesto Zedillo, pero un solo jefe de gobierno, el dominicano Leonel Fernández, que se ha ausentado de su país el día siguiente del incendio de Higüey, 150 quilómetros al este de Santo Domingo, donde murieron 134 presos en una tragedia carcelaria, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos calificó de ?extrema gravedad? y por la cual su salida del país ha sido criticada ásperamente. Entre los huéspedes del resto del mundo concurrieron Lionel Jospin, ex primer ministro francés -otro jubilado excelente del mundo socialdemócrata- y Mary Robinson, ex presidenta irlandesa. Quizás el jubilado más importante en el contexto, José María Aznar, estaba ausente. El protagonista de las mentiras del 11 de marzo, cuando intentó culpar a ETA de las masacres de Madrid, prefirió viajar a México, donde no encontró mejor manera de demostrar que sigue siendo un soldado de George W Bush en servicio activo, en una conferencia en la Universidad de Monterrey donde se mostró extremadamente preocupado por Hugo Chávez, al que definió como el peor peligro para la democracia en el continente.


Entre los todavía activos había un monarca autocrático como Mohamed VI de Marruecos, otro de una democracia representativa como Juan Carlos de Borbón, el dictador de Pakistán, Pervez Musharraf, Hamid Karzai, de Afganistán, y el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan. La mayoría de los gobiernos mundiales, entre importantes medidas de seguridad, enviaron delegaciones de mediano perfil.


Annan utilizó una vez más la tribuna de Madrid para relanzar el papel de las Naciones Unidas. Una contribución que debe contraponerse a la visión del mundo de la administración estadounidense. Annan insistió en que no existe lucha contra el terrorismo que prescinda del respeto de los derechos humanos. Estados Unidos no fue nombrado directamente pero siempre estuvo presente: ?Ningún argumento puede justificar el asesinato de civiles inocentes -afirmó Annan-, y para prevenir las causas del terrorismo es necesaria una estrategia global que ponga en primer lugar los derechos?. Se creará una nueva agencia en la ONU, que accionará sobre una estrategia detallada en cinco puntos: evitar que grupos insatisfechos elijan la vía del terrorismo; quitar medios de acción a los grupos terroristas; evitar el apoyo al terrorismo por parte de estados; desarrollar la capacidad de los estados de prevenir el terrorismo, y defensa de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo. Annan, como varios otros participantes, criticó implícitamente la estrategia antiterrorista de la administración republicana estadounidense, con particular referencia a la violación de derechos humanos en pos de la lucha antiterrorista, con referencias explícitas al caso de Guantánamo.


José Luis Rodríguez Zapatero, anfitrión de la reunión, mencionó la necesitad de superar la idea de ?choque de civilizaciones?, originada por un exitoso ensayo de Samuel Huntington, y llegar a una conciliadora ?alianza de civilizaciones? que el jefe del gobierno español ya propuso el pasado setiembre cuando intervino en Nueva York en la Asamblea de las Naciones Unidas. Para Zapatero, el concepto de alianza está un paso más allá del concepto de ?diálogo entre civilizaciones? ya que para el líder socialista hay que ?anteponer una civilización universal? que supere las diferencias nacionales, culturales y religiosas.


Sin embargo, la noticia del asesinato por parte del ejército ruso del último presidente checheno elegido democráticamente y bajo la supervisión de observadores internacionales, Aslan Maskhadov, llegó justo para frustrar los buenos propósitos de los reunidos y a lanzar una sombra siniestra, para las esperanzas de la alianza de las civilizaciones. La ostentación de parte del gobierno de Vladimir Putin de las imágenes del cuerpo desnudo y acribillado del líder checheno ha suscitado emoción y reflexiones en Madrid y hasta ha recordado la exposición del cuerpo de Ernesto Guevara en 1967.